"CELAC es un arma para la integración económica, política y social de los pueblos de América Latina", según la definición ofrecida por Hugo Chávez, quien será el anfitrión de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), un nuevo foro hemisférico sin el tutelaje hegemónico de EE. UU. y Canadá.
La Cumbre en la que se formalizará la nueva institución regional se celebrará en Caracas los días 2 y 3 de diciembre con la participación de más de 30 mandatarios de los países que integrarán esa unión latinoamericana. Esa iniciativa busca dejar a Estados Unidos y Canadá al margen los nuevos proyectos políticos y económicos de integración de la región.
Concluye la cumbre de la CELAC asumiendo un desafío de unidad e integración
La primera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), un nuevo foro hemisférico sin la presencia de EE. UU. ni Canadá, finalizó en la capital venezolana con la redacción de la Declaración de Caracas, un Plan de Acción y otros documentos adicionales.
Los jefes de los 33 estados que forman parte de la CELAC firmaron los documentos que formalizan la creación de la organización que "asumirá el desafío de la unidad e integración". La Declaración de Caracas estipula que esa integración se construirá a partir del "respeto al derecho internacional, el respeto a la autodeterminación y a la soberanía". Asimismo, el documento subraya la importancia de la "no injerencia en los asuntos internos, la protección de los derechos humanos y la democracia".
El Plan de Acción
El Plan de Acción de la CELAC hace hincapié en el fortalecimiento de las economías regionales frente a la crisis económica actual. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo al respecto que la región tiene "una gran capacidad de invertir, de innovar, de crear". Además de los retos económicos el plan incluye combatir la pobreza y mejorar el desarrollo social.
Varios líderes de los países miembros de la nueva unión latinoamericana tuvieron la oportunidad de expresar su satisfacción por la creación de la CELAC, un hecho de suma importancia para la región, según ellos. Por ejemplo en la inauguración del evento el presidente mexicano, Felipe Calderón, declaró que la CELAC es "la semilla de la nueva América". Por su parte, el anfitrión de la Cumbre, Hugo Chávez, señaló que la CELAC será "la piedra fundamental de la unidad, la independencia y el desarrollo" de la zona.
Fin al bloqueo a Cuba y a la ocupación de Malvinas
Durante los dos días que duró la Cumbre los jefes de estado hicieron varias declaraciones relevantes centrando la atención en los problemas de la región en general y en los de ciertos países en concreto.
Así, condenaron el bloqueo de EE. UU. a Cuba y exigieron que se ponga fin a esta medida "coercitiva". Además expresaron su "respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas" y apostaron por una reanudación en "la mayor brevedad posible" de las negociaciones con el Reino Unido. Entre otras cosas, acordaron luchar juntos contra el crimen organizado y el narcotráfico en la región. El presidente colombiano propuso llevar el debate sobre este problema al ámbito de las Naciones Unidas.
La OEA es un organismo obsoleto
Algunos políticos, analistas y expertos internacionales opinan que la CELAC podría reemplazar a la "obsoleta" Organización de Estados Americanos (OEA), de la que forman parte EE. UU. y Canadá. Así el representante de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton Matos, señaló que la OEA "es incurable porque sufre de metástasis imperial" y comparó a esta organización con "una señora más que sexagenaria, de mala reputación (...) y fundamentalmente infiel, salvo en su fidelidad al imperio, en la cual ha sido muy consecuente". También aseguró que la CELAC, en cambio, es como "un bebé que acaba de nacer fuerte y vigoroso, bien alimentado, con una familia muy numerosa".
Por su parte, el politólogo Omar José Hassan Fariñas, opina que la Casa Blanca ve el nuevo organismo regional como "un peligro potencial". "A EE. UU. no le conviene que el peso geopolítico se traslade a la nueva CELAC en la cual no tiene participación, no tiene voz ni voto, y mucho menos tiene hegemonía y control como en la OEA", sostiene.