¿qué pasa si lo que te duele es el dolor ajeno, el dolor de los que no tienen pastillas para curar su sufrimiento?
¡Diagnostícate, cómpralas, recétalas y cúrate!
La ONG Médicos Sin Fronteras presenta la campaña Pastillas contra el dolor ajeno, una ambiciosa iniciativa solidaria que quiere animar a todos los españoles a combatir la problemática de las enfermedades olvidadas como el kala azar, Chagas, la enfermedad del sueño, la tuberculosis, la malaria o el sida infantil.
Médicos sin Fronteras nos propone las siguientes acciones:
Diagnostícate y si te duele que a otros les duela, colabora con la campaña Píldoras contra el dolor, con una caja de caramelos -de venta exclusiva en farmacias- al precio de sólo 1 euro estás colaborando en una campaña solidaria de ayuda a enfermos olvidados. Tú te tratas, él se cura, si lo haces comparte tu vídeo y no olvides Recetar a tus amigos, familiares, conocidos...
Luis García Berlanga - MSF Pastillas contra el dolor ajeno (1m 40s)
En un extraordinario gesto de generosidad, el director de cine Luis García Berlanga aceptó ser el protagonista del spot de la campaña Pastillas contra el dolor ajeno. El autor de películas como El Verdugo o la Escopeta Nacional accedió a que le grabáramos en su propia casa y a compartir escenas con su asistente y su nieto en la vida real. En un ambiente íntimo y cotidiano, Berlanga nos narra el primer momento del día, en el que, debido a su edad y achaques, debe tomarse diversos medicamentos. Y nos conmueve al explicarnos que, de todas las pastillas que debe ingerir diariamente, sus preferidas son las que le tratan contra el dolor ajeno, las que toma "para ayudar a los que no tienen pastillas para curarse". Son los enfermos olvidados. Gracias, Luis.
Ya de venta en Farmacias, Médicos Sin Fronteras vende estas pastillas, a un precio de 1€, para que, con la recaudación, se pueda tratar a millones de personas que sufren enfermedades olvidadas, como la enfermedad del sueño, el chagas, el sida infantil, el kala azar, la Tuberculosis, o la malaria. Son enfermedades que a nosotros no nos afectan, pero que en el tercer mundo causan estragos, porque las empresas farmacéuticas venden la medicación a "precio occidental", lo que imposibilita recibir tratamiento a las personas pobres.