Todos los periódicos usan esta semana la palabra violencia en su portaad. Se refieren al bloqueo de la entrada al Parlament catalán por los indignados. Algunos grupos radicales recurrieron a la violencia. Con El Gran Wyoming y Juan Luis Cano hablamos de este incidente, del 15M, del papel de los medios y del uso de la violencia (16/06/11).
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Nadie escuchaba
Ante los acontecimientos acaecidos a las puertas del Parlament catalán, el conseller de Interior, Felip Puig, se siente un visionario y afirma que fue el único que entendió lo que pasó cuando la Policía cargó contra los concentrados en la plaza de Catalunya. Es fácil que previera, por el principio de acción y reacción, que dando palos la cosa se enconara. Esas acciones policiales, en su proporción, constituyen un parámetro de la calidad de un sistema democrático. “Por los hechos los conoceréis”, dijo el Señor. Yo las censuro y creo que en la base del exceso está ese policía que declaró su cabreo ante la imposibilidad de dar todas las “hostias” que le hubiera gustado al encontrarse frente a tanto “hijo de puta”. Un comentario aislado, según la autoridad competente, y es cierto, otros se realizaron plenamente en su trabajo, según mostraban las fotografías.
En la concentración del miércoles 15 de junio, justifica Puig la acción del 27 de mayo, por lo que debemos entender que fue una carga profiláctica, como ese proverbio que reza: “Al llegar a casa pega a tu mujer, tú no sabrás por qué, pero ella sí”.
La situación es crítica. Se votan recortes que van a afectar y mucho a la vida de los ciudadanos y lo que se dirime es hasta qué punto los representantes de la voluntad popular deben tener en cuenta a los más desfavorecidos o si, por el contrario, se creen poseedores de un cheque en blanco.
Ya se dijo en el Congreso durante la Segunda República: “Justicia social o guardia civil”. Elijan sus señorías dónde van a invertir nuestro dinero.