09/12/2011
http://fr.euronews.net/ La tensión en la cumbre del clima de Durban se ha extendido de la sala de reuniones a los pasillos. Un centenar de miembros de organizaciones ecologistas han exigido un acuerdo para evitar la catástrofe, insistiendo en que no se pueden rebajar las aspiraciones de la lucha contra el cambio climático.
El director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo, y nueve personas más han sido expulsadas del recinto.
http://fr.euronews.net/ La presidencia sudafricana ha decidido prolongar un día más la conferencia del clima que debería haber concluido hoy.
Este retraso pone en peligro el éxito de la cumbre porque muchos ministros se verán obligados a abandonar Durban antes de concluir las negociaciones.
"Creemos que es importante no darse por vencido ahora, tras haber recorrido el largo camino que nos ha llevado hasta aquí. Sería realmente una verdadera lástima si perdemos la oportunidad", declaraba la comisaria europea de Acción para el Clima, Connie Hedegaard
Modesto acuerdo sobre el clima en Durban
11/12/2011
http://fr.euronews.net/ Era el anuncio más esperado, el del acuerdo alcanzado en la Cumbre del Clima de Durban. Es un acuerdo modesto, para extender el Protocolo de Kioto más allá de 2012 y fijar una hoja de ruta para un acuerdo global de reducción de los gases de efecto invernadero.
El acuerdo llega después de dos semanas de arduas conversaciones, tan arduas que la cumbre se tuvo que prorrogar más de 24 horas para convencer a los países más escépticos, entre ellos, la India.
La deuda del clima
Casi todos los sacrificios decretados en los últimos tiempos vienen precedidos por la máxima de que “no podemos trasladar a nuestros hijos una deuda que nosotros hemos generado”. Este ataque de responsabilidad justifica que se dediquen centenares de miles de millones de euros de las arcas públicas al rescate de entidades financieras mal gestionadas. Otra cosa es el planeta. La Cumbre de Durban ha decidido que lo que sí podemos trasladar a nuestros hijos es otro tipo de endeudamiento: el que dibuja un planeta insostenible por el calentamiento que provocan las emisiones de gases contaminantes. Contra las leyes de la física, pesa mucho más un kilo de dólares que otro de oxígeno. La ruta iniciada en Río en 1992, con paradas en Kioto (1997) y en Copenhague (2009) para frenar el desastre del cambio climático acaba de tropezar en Durban con el mismo obstáculo de siempre: el boicot de los lobbies industriales y la batalla de poder entre las potencias en declive más contaminadoras (EEUU, Canadá, Japón…) y las emergentes (China, India…) que sostienen que no hay contaminante más letal que la pobreza. La Cumbre de Durban supone un fracaso absoluto que no puede difuminarse en el diplomático compromiso de “seguir negociando” hasta 2015 para que la reducción significativa de CO2 a escala global entre en vigor en 2020. Se pacta una hoja de ruta que no tiene la más mínima credibilidad. Algunos ni siquiera esperaron a estampar su firma.