El año nuevo ha traído una nueva realidad para Irak. Una realidad sin las tropas estadounidenses en el país. El último militar norteamericano abandonó la nación de Oriente Medio el pasado 18 de diciembre. Pero aún queda por resolver la pregunta: ¿Qué herencia deja EE. UU. tras nueve años de guerra marcados por muertes, escándalos e investigaciones?
Tras la larga operación bélica de EE. UU. en Irak, los estadounidenses están seguros de que este país árabe sigue siendo el principal entre las naciones del Golfo Pérsico. Mientras tanto, los propios ciudadanos de Irak consideran que la ocupación tuvo un efecto negativo.
"La invasión de las tropas norteamericanas a Irak en 2003 y el grave error que cometieron empeoró la situación aquí. Las autoridades militares estadounidenses cometieron muchísimos fallos, especialmente en los aspectos civiles. Eso tuvo un efecto negativo", afirma el mayor general Hassan Salman.
La organización Irak Body Count ha calculado cuánto ha costado esta guerra en vidas humanas. En total, cerca de 162.000 personas murieron desde marzo de 2003 hasta diciembre de 2011. De todas ellas, casi el 80% son civiles. Las bajas en el Ejército norteamericano se estiman en unas 4.500.