El terrorismo fomentado desde el extranjero es lo que obstaculiza la instauración de la paz en Siria. Esta es la opinión de varios analistas políticos y miembros de la oposición en el país árabe.
Damasco, la capital de Siria, cuna de paz y estabilidad, sufrió de nuevo un golpe que volvió a recordar la crisis que vive el país. Un atentado en un barrio residencial el 10 de mayo, derrumbó la vida de numerosas familias. Hace 14 meses el levantamiento popular comenzó con las manifestaciones pacíficas que pedían más democracia. Pero en el proceso participan numerosos grupos: políticos y apolíticos, armados y desarmados, internos y los que actúan desde exterior. El caos en el que se sumergió la nación hizo posible no sólo la participación en el conflicto de varios países árabes y occidentales que persiguen sus intereses en la región, sino también abrió muchas posibilidades para los ataques como este.
"Ahora esto resulta ser un problema, es un dilema para los sirios que la política del régimen dio la oportunidad a que todo el mundo interfiera en el asunto sirio. Sea por el suministro de armas o el envío de dinero o la ayuda con combatientes y terroristas", dijo Abdul-Aziz al-Kheir, portavoz del Comité Nacional de Coordinación de las Fuerzas de Cambio Democrático.
"Occidente doblará esfuerzos para convertir a Siria en un país sumiso"
El Consejo de Seguridad de la ONU debe ponerse de lleno a resolver el problema del contrabando de armas en Siria. Así lo expresó un representante de la Cancillería rusa.
El diplomático se refirió de esta manera a la detención en Líbano de una embarcación, en cuya carga se encontraron explosivos y armas de fuego, algunas de ellas similares a las que estuvieron en manos de los rebeldes libios.
Mientras tanto, la tensión en Siria no cesa y aumenta el número de observadores de la ONU enviados al país. El organismo informó que ya suman 200 personas.
Asimismo, la situación inestable podría impedir que Israel abastezca a Europa con el gas natural de sus yacimientos, puesto que el gasoducto tendría que atravesar el territorio del Estado árabe, según una revista estadounidense. Los analistas creen que el tema de la exportación de este combustible, acelerará los esfuerzos de Occidente en su intención de convertir a Siria en un país sumiso.