El Consejo de Seguridad pide al secretario general Ban Ki-Moon y a los observadores investigar la tragedia
El Consejo de Seguridad de la ONU condena la masacre ocurrida en Siria que dejó más de cien civiles muertos. Las autoridades de Damasco han negado las acusaciones de ser responsables de la matanza y culpan a los grupos terroristas. Rusia declaró que no excluye la posibilidad de que se trate de una provocación.
El Consejo de Seguridad ha condenado la matanza de civiles en la aldea siria de Houla del pasado sábado cuando, según la información difundida por Naciones Unidas, fueron asesinados al menos 108 civiles, 34 niños entre ellos, y resultaron heridos 300 personas.
El organismo ha exigido la retirada de la artillería y material bélico pesado de las tropas gubernamentales de las ciudades sirias, y ha ordenado a los observadores y al secretario general que investigue la tragedia.
El analista político Lajos Szaszdi considera que para resolver la situación siria, la comunidad internacional debe alcanzar un acuerdo que satisfaga a todas las partes. Si no, la situación se volverá incontrolable y se transformará en una repetición del caso libio.
"Tendría que ser una medida unilateral, y si esta medida unilateral se lleva a cabo, si EE.UU., Reino Unido, Francia, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos deciden intervenir por su cuenta sin permiso de las Naciones Unidas, esto puede provocar una reacción de gran inestabilidad en las relaciones internacionales, y una reacción por parte de potencias como China, Rusia y de otras potencias regionales como Irán y países vecinos como Irak", comenta a RT Lajos Szaszdi.