Desde que el pasado 6 de noviembre fuera reelegido Barack Obama para la presidencia estadounidense, ha crecido el descontento en gran parte del país y se están fortaleciendo las tendencias separatistas.
Así, ciudadanos de los 50 estados de la nación han pedido la escisión. En total más de 675.000 personas han firmado una petición de independencia: un movimiento enorme que, sin embargo, no es nuevo en la historia del país.
En estados como Florida, Alabama, Georgia, Louisiana, Carolina del Norte, Tennessee y Texas ya han presentado peticiones con al menos 25.000 firmas, la cantidad mínima que el Gobierno de Obama exige para que una solicitud sea estudiada.
La lista está liderada por Texas, donde se han recogido más de 100.000 rúbricas. Sus habitantes sostienen que el estado es la decimoquinta economía más fuerte del mundo y manifiestan que "el Gobierno federal ya no cumple sus ideales políticos".
Mientras hay quienes sostienen que el país es indivisible, otros consideran que la independencia sería viable.