Un informe anticorrupción de la Unión Europea revela que Grecia, Italia y España son los países miembros considerados como "los más corruptos" de la UE.
La Comisión Europea afirma que la corrupción cuesta más de 120.000 millones de euros anualmente a la economía del bloque. Un creciente número de la población en la UE además considera que la corrupción es un mal que compete a toda la zona comunitaria y afecta a su vida.