El pasado 9 de octubre 2012, por segundo día consecutivo miles de griegos volvieron a acudir al centro de Atenas para manifestarse contra la llegada de la jefa del Gobierno alemán, con la que relacionan la política de extrema austeridad en su país.
Aunque en general la manifestación fué pacífica y transcurrió sin graves incidentes, la Policía roció gas lacrimógeno para dispersar a un grupo de manifestantes que avanzaba hacia el Parlamento. 40 personas fueron detenidas. Algunos manifestantes lanzaron objetos contra la Policía, que respondió con balas de goma.
Angela Merkel se reunió con el presidente del Gobierno heleno, Antonis Samarás, que presentó el nuevo plan de ajuste de los próximos dos años. Los nuevos recortes son un requisito para obtener el próximo tramo del rescate europeo de 130.000 millones de euros.