Debtocracy (Deudocracia, ing), un documental de Katerina Kitidi y Aris Hatzistefanou sobre las causas y posibles soluciones a la crisis de la deuda griega, con subtítulos en castellano, inglés, serbio y alemán.
Este documental de 74 minutos ayuda a comprender gran parte de los problemas que vive Grecia y que la tienen sumida en una situación sin salida. Este valioso trabajo relata las raíces de la deuda griega desde la revolución de 1821 con los préstamos británicos que fueron emitidos, y relata que a lo largo de los 190 años de su historia reciente Grecia siempre ha vivido de prestado. Sólo en un período ha prestado dinero y fue justamente durante la ocupación alemana de Grecia. El análisis se centra en la actual crisis económica, y sus orígenes que datan desde la década de los años 70.
Deudocracia dibuja un claro paralelismo entre la crisis económica argentina de 1999-2002 y la actual crisis económica que vive el país heleno. Argentina es conocida como el “reflejo de Grecia en el otro extremo del mundo”, dado que su colapso económico de 1999 es muy similar a lo que puede ocurrir en Grecia si continúa con la agenda de restricciones impuesta por la troika del FMI y el BCE y la UE. Se trata de un documento de gran valor, en el cual destacadas personalidades como Eric Toussaint, Costas Lapavitsas y David Harvey, entre otros, analizan las causas que arrastraron a Grecia a la situación de endeudamiento público que para el año 2012 puede llegar al 160% del PIB.
Temas como la corrupción, el manejo de las finanzas creativas (al estilo Enron) diseñadas por Goldman Sachs para disfrazar los déficit de los gobiernos griegos desde el año 2000, son presentados en este trabajo que merece verse por todos los interesados en conocer los problemas actuales.
El ejemplo de Ecuador y la Deuda odiosa
El documental recuerda el caso de Ecuador, y la propuesta desafiante del presidente Rafael Correa, que expulsó de Quito a los delegados del FMI y del Banco Mundial, por exigir al país que los recursos del petróleo ecuatoriano se destinaran al servicio de la deuda. Curiosamente uno de estos delegados del Banco Mundial se encuentra ahora en Atenas exigiendo al gobierno la aceptación del plan de restricciones para acceder al “rescate” de la troika. Un rescate que lejos de inyectar dinero a la economía griega es para salvar a los grandes bancos de Alemania y Francia.
El año 2006, el presidente ecuatoriano reaccionó a la enorme deuda pública del país, con una serie de acciones que tuvo como primer objetivo la protección de los derechos del pueblo del Ecuador. En primer lugar, Correa decidió que los fondos de los recursos naturales del país (como el petróleo) se destinaran para las políticas públicas de educación y salud, y no para el pago de la deuda. En segundo lugar, Correa decidió que sólo el 20% del presupuesto anual, se debía destinar al pago de la deuda, en lugar de 50% que exigía el FMI y el BM. En tercer lugar, organizó un comité para analizar la deuda pública, en el cual se descubrieron muchas operaciones ilegales, con préstamos solicitados a nombre del país y que tenían un caracter netamente privado dado que beneficiaban a la minoría más opulenta (como cuenta John Perkins en sus confesiones), pero que no aportaban un auténtico beneficio social. Pese a todos los obstáculos de la comunidad internacional, Ecuador fue capaz de demostrar la corrupción de estas acciones lo que significó un ahorro de 7.000 millones de dólares.
Este concepto se conoce como la deuda odiosa, y fue inventado por Estados Unidos en 1898 contra España, para evitar el pago de las indemnizaciones que exigía Primo De Rivera por su derrota en Cuba. En períodos recientes Estados Unidos ha seguido aplicando este concepto de Deuda Odiosa, y el caso más emblemático es el de Irak: se consideró que la deuda externa de Irak era una “deuda odiosa”, contraída por el dictador Sadam Hussein, y que por tanto no correspondía pagar (aquí perdieron Francia, Alemania y Rusia, pero acataron la orden de Estados Unidos, con tal de no volver a nombrar esa idea). El gobierno de George W.Bush destinó esos recursos para la llamada “reconstrucción de Irak”.
La deuda odiosa, la corrupción, las costumbres y el destino de euro, son tomados en este documental que da una interesante vuelta de tuerca al tema económico que hoy conmociona a Europa.
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